El Sony Xperia S representa una puesta al día de las especificaciones en los teléfonos que Sony Ericsson estaba poniendo en el mercado, para ponerse a la altura de la competencia, que ya llevan meses con teléfonos con procesadores de doble núcleo. La elección es un chipset Qualcomm Snapdragon MSM8260 que funciona a 1.5GHz, junto a 1GB de RAM.
Con la toma de mando de Sony, alguno podría esperar hardware como el que van a estrenar LG o HTC, pero para ellos es suficiente, consideran que por precio y eficiencia el hardware elegido es el ideal, y no saltarán a cuatro núcleos hasta al menos 2013.
La pantalla de 4.3 pulgadas estrena la nueva alta resolución en los teléfonos Android, 1280 × 720 píxeles, y cuenta con tecnologías de la casa como Mobile BRAVIAEngine. Nos parece extraño que Sony no ha llegado a tiempo para incluir su nueva tecnologíaWhiteMagic.
El teléfono aparece en el mercado con Android 2.3 Gingerbread, pero con la actualización a Ice Cream Sandwich prometida, que también llegará al resto de terminales Xperia que la compañía lanzó en 2011.
Algunos detalles no terminaron de convencer en su puesta de largo, como la ausencia de ranura para tarjetas MicroSD, o la batería no reemplazable. En su favor, dispone de un sistema de carga rápida, un disparo contínuo bastante rápido para un teléfono y una protección anti-manchas en el cuerpo del Xperia S.
Sony también apuesta por la tecnología NFC, presente en sus tres primeros teléfonos Xperia, que además dará soporte con software y accesorios como las Xperia SmartTags.
La memoria interna cuenta con unos contundentes 32GB, la cámara principal es de 12 megapíxeles, con sensor Exmor R, y tenemos cámara frontal para videollamadas que graba en formato 720p.
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